viernes, 28 de octubre de 2011

Mi primer día en la Outubrofest


¿Qué pasa troncos?

Vaya fiestas guapas que se montan en Pontevedra. Asomé la chola varias veces a la carpa de la Outubro y aquello era la leche.

Cuánta birra, cuánto papeo. Y qué peazo perritos. Yo sólo pude trapiñarme dos grandes
y uno pequeño, pero al loro con el tamaño de los menús 4 y 6.

- Hola Roque.

- ¿Qué tal Javi?

- Bien, gracias. Quería decirte que lo que tú llamas perritos grandes son las salchichas de un metro, y los pequeños las de medio.

-Ah, ahora me explico por qué la chica de los tiques no me entendía y tuve que señalarle en el cartel lo que quería.

- O sea, que te metiste dos metros y medio de salchicha. Mira que eres bruto.

- Eso dímelo en mi próximo partido, verás lo bien que aprovecho la manduca.

- ¿Y cerveza?

- De cerveza lo mismo, dos cañas grandes y una pequeña.

- Es decir, dos jarras de litro y una de medio.

- Será eso. Que de p*** **dre la Paulaner... ¿y esos asteriscos?

- Es que este blog es para todos los públicos y no se pueden decir tacos.

- J***r, pues tronco, me vas a dejar mudo.

- Macho, a cortarse un poquito. Bueno, cuenta algo más de la fiesta, ya que estás puesto.

- Cuando estaba puesto fue anoche con tanta birra. Pero te cuento que había basca desde que abrieron. Pillé a los primeros que se pidieron los perritos grandes. Unos chavales muy majos que me dejaron hacerles una foto. Les dije que saldrían en el blog. Troncos, si entráis dejad un comentario contando lo que os parecio el tema. Mira, mira.

- Sí se les ve majos, sí. ¿Y qué más?

- Otros dos señores con los que compartí mesa, también muy simpáticos, que venían por
primera vez y a los que prometí que aparecerían en el blog. Un abrazo para ellos.

- ¿Y qué te pareció la carpa?

- No sé, un sitio guapo. Grande, con muchas mesas, animado, decoración chula y, sobre todo, mucha birra y mucho papeo.

- O sea, que volverás.

- Ya te digo. Una fiesta da buti. Voy a pedir que me adopten para pasarme allí todo el día hasta que acabe la movida.

- Eso está bien, porque contigo seguro que no se aburren.

- Al que tampoco vi aburrido fue a ti. Como decía Ramoncín, curras menos que el ángel de la guarda. ¿Qué mirabas?

- Las jarras de cerveza, pero después estuve corriendo detrás de José Manuel un buen rato. Haciendo las fotos de la comida para los carteles, yendo a la tienda a encargarlos, comprando cosas que se necesitaban en la cocina, ayudándole a colgar el escudo del equipo que hay detrás de la barra... al final no paramos.

- Encima de vago pringao. Él se lo curra y tú detrás.

- Hombre, aunque he venido los tres años a la fiesta, el que se maneja es él. Pero por la noche estuve currando en la cocina. En el lavaplatos y en el fregadero. Y también poniéndome perdido de agua en el grifo que hay debajo, que cada vez que pasas lo abres sin querer con la pierna y te mojas los pies.

- Doblemente pringao.

- Lo que tú quieras, pero el lavaplatos está al lado de un grifo de cerveza.

- Ya, y metiste el morro, como siempre.

- Roque, ¿por quién me tomas? Bebía en vaso. Mi amigo Andrés (un saludo, Andrés) me daba de vez en cuando un traguito para llevar mejor el curro. Además durante un rato largo tuve de compi a una chica muy maja, mamá de un jugador (otro saludo) que me dijo que había conocido el equipo por este blog.

- O sea, que hasta tenéis un lector.

- Pues sí, aparte de entrar nosotros muchas veces todos los días para incrementar las visitas, tenemos un lector. ¿Qué pasa Roque, que te molesta?

- Ahora que estoy yo no. Y cuantos más lectores mejor.

- Así me gusta. Dando publicidad a esto. Bueno, y ¿qué te pareció la noche?

- J***r... hala otra vez los asteriscos. Que digo que la noche increíble. Un jueves y aquello estaba a rebosar hasta que se cerró. De verdad que en Pontevedra a la gente le gusta el cachondeo. Eso sí, todo muy tranquilo, sin movidas chungas ni nada, que es lo que mola.

- Yo no vi mucho, porque estuve todo el tiempo detrás de la barra, pero, por lo que me tocó lavar, sí que hubo gente, sí. Y por la de tablas que limpié, los "perritos" grandes y pequeños, como tú dices, tuvieron éxito.

- Ya te digo. Le voy a proponer el club que dibuje los números en las camisetas de los jugadores con forma de salchicha, porque la Outubro, por lo que veo, es todo un clásico.

- Sí, con pocos años de existencia, pero todo un clásico. Las cosas bien hechas enseguida pasan a ser parte de la vida diaria. Incluso, aunque deje de celebrarse, seguro que no se olvida tan fácilmente. Y la gente de Pontevedra y de alrededores (bueno, y de Madrid) la íbamos a echar de menos.

- Tronco, qué redicho. De verdá que a veces me corta decir que somos colegas.

- Yo también sé decir tacos. Cuando terminemos esto te digo lo que pienso.

- Vale vale, tranqui colegui, no te pongas nervi. Pero sí, la verdad es que esta fiesta está da buti. Mientras dure no faltaré. Pero vale de palique. A ver, enséñame alguna foto más, que así me animo para volver.

- Venga, pues terminamos con fotos. Ahí van.



















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