lunes, 8 de diciembre de 2014

Outubrofest 2014. Crónica de Mary Carmen Montes


Os dejamos con la crónica de Mary Carmen, madre de un jugador y abnegada voluntaria de la Outubro. Gracias por tu interés Mary Carmen.

Hola soy María del  Carmen Montes,  una de las voluntarias de la fiesta de la cerveza y  mamá de uno de los jugadores sub-18, LUCAS.

El otro día hablando con la gente del blog,( con Jose Manuel, el encargado del blog)  me propusieron que contara mi experiencia  de curranta en la fiesta  de la cerveza y como no quiero desperdiciar esta   oportunidad que me brindan estos compañeros del club,  aprovecho  para  contaros mis sensaciones  desde dentro de la fiesta.

Así que comenzamos.

Después de disfrutar de un magnífico fin de semana trabajando en la carpa me siento frente a mi ordenador con el firme propósito de haceros llegar sensaciones, momentos y, sobre todo, experiencias vividas durante mi 2ª OutubroFest.

Después de unos minutos me doy cuenta, muy a mi pesar, que se me agolpan las ideas y me encuentro ante un cúmulo de pensamientos que con dificultad podré ordenar, aunque por intentarlo que no quede.

Ante mi poca experiencia en el medio, me apunté voluntaria para trabajar  todos los días y no sabéis que tute.

Fue increíble, ya desde primeras horas del 29 empezamos la batalla por la carpa, técnicos, proveedores,  y currantes mezclados intentando dejar aquel currunchito vacío, lo más acogedor posible. Y así fuimos poco a poco pasando el día, decorando la  carpa con  grandes rollos de tela azul y blanca y  unos banderines, que quedaron la mar de majos.

Como no podía ser de otra manera, quedó espectacular. Al acabar la jornada teníamos todo preparado para el gran día, primera prueba superada.

Ya el 30 comenzó la verdadera fiesta para nosotros. Formados en grupos de trabajo fuimos situándonos en nuestros sitios, ya designados para poder trabajar dando los últimos retoques y poniendo a punto las parrillas, rellenando las neveras, comprobando los grifos de cerveza  y demás tareas necesarias para poder atender a nuestro público con todo cariño.

Cuando se abrió la carpa y empezó a entrar gente, los nervios desaparecieron y comenzó una sensación de alivio total, por fin estaba en marcha la  VI Outubrofest  y yo estaba  allí, en el centro del huracán.

El resto de los días se los pueden ustedes imaginar; trabajo, trabajo y más trabajo, gracias a los miles de amigos que, como cada año, nos acompañan en esta aventura y nos alientan y ayudan para seguir con nuestra pasión, el rugby.

Desde luego no puedo pasar por alto la colaboración de los voluntarios del club, como yo, que echamos una mano en lo que podemos durante estos días. Entrenadores, directivos, jugadores, padres, hermanos, tíos, amigos… en definitiva, la familia del Pontevedra Rugby Club. Desde mi experiencia, y que conste que es una percepción mía, esta no es sólo una fiesta de la cerveza, es una fiesta de una gran familia del rugby que sirve (como cualquier fiesta familiar, y de eso sabemos todos) para
reunirnos, charlar, cantar, reír, disfrutar, hacer nuevos amigos o ver a algunos que, aunque ya no están en el club, siguen acompañándonos y echándonos una mano. Trabajamos muy duro, agobiados a veces, pero siempre con una sonrisa, porque al fin y al cabo lo hacemos por voluntad propia, sin ninguna obligación, salvo la moral por supuesto.

Aprovechamos los momentos de relax para charlar con nuestra gente, y no se lo van a creer, ¡incluso cantamos, o desafinamos más bien! Vamos, que salvo algún rocecillo, cosa normal por la tensión que se vive en ciertos momentos, nos divertimos de lo lindo. Anécdotas podría contar mil y una, incluso llevando tan poco tiempo en el club (dos años escasos). Desde no poder trabajar por ataques de risa al escuchar algún comentario jocoso de algún compañero que deja caer así como quién no quiera la cosa, a visitantes con ropas adecuadas a la ocasión y que nos causan una gran alegría, aparte de alguna risilla, ya que crea ambiente, a nuestro recopilatorio musical especial OutubroFest que el primer día nos alegra el corazón a los que estamos allí horas y horas y que adoras, cantas, coreas… pero que el último…mejor lo dejo ahí.

Resumiendo, experiencia inolvidable, al menos para mí, que repetiré el año que viene, Dios mediante. Amigos, risas, compañerismo, salchichas, codillo, cerveza… ¡Qué más se puede pedir!

Y por ultimo, gracias a la gente del blog,  por dame esta oportunidad de contar algo tan bonito y  tan personal.  Y gracias por contar la historia del  club de una forma tan pasional y bonita.

Enhorabuena compañeros.

Mary Carmen Montes.

0 comentarios: