Y van tres derbis ya. Tres partidos entre el PRC y nuestros vecinos del Mareantes.
Ambiente fresco, pero con un sol radiante, es lo que nos esperaba en Monteporreiro antes de comenzar el encuentro. Un día que parecía escogido a propósito.
Las gradas llenas de gente, el campo en perfecto estado y dos equipos con hambre de triunfo eran los ingredientes necesarios para disfrutar de esta magnífica jornada de rugby.
El partido comenzó muy movido, con ataques muy rápidos por ambas partes y, a los pocos minutos, ya teníamos el primer ensayo por parte del Pontevedra.
El Mareantes no se amilanó y muy pronto conseguiría la igualada, situándose el marcador en 5-5 al haber fallado ambos conjuntos la transformación.
Poco antes de terminar el primer tiempo, dos rápidas jugadas, una del Mareantes que le permitía adelantarse momentaneamente en el marcador gracias a un ensayo transformado, y otra similar del Pontevedra con igual resultado, dejaban al descanso un tanteo de 12-12.
El segundo tiempo fue una continuación del primero. Choques de trenes en la delantera y grandes carreras por parte de las líneas de ataque que nos dejaron en la retina jugadas realmente preciosas.
Un nuevo ensayo del Mareantes (esta vez transformado con éxito) y otro del Pontevedra a los pocos minutos, pero sin suerte en la transformación, colocó un 17-19 en el marcador.
Poco después el arbitro pitó golpe contra el Mareantes y los nuestros decidieron, con éxito, tirar a palos. 20-19.
A partir de aquí la emoción fue continua. Ataque para un lado, ataque para otro y… casi casi, pero no, hasta que, a falta de cinco minutos, una gran jugada del Mareantes, aprovechando su peso en las melés y su picardía en el juego, le permitió conseguir un nuevo ensayo y poner el marcador en 20–24, que a la postre sería el resultado final a pesar de los esfuerzos de los chicos del Pontevedra.
Es una lástima, para nosotros, claro, que los tres derbis hayan finalizado con victoria del Mareantes, pero el año que viene se volverá a intentar.
El único aspecto negativo, deportivamente hablando, fueron las tres tarjetas amarillas que recibió el Mareantes más dos amonestaciones verbales para cada equipo, sanciones que más parecían producidas por diferencias personales que por lances del juego.
Y es esta una situación que nos entristece al haber defendido siempre la limpieza del rugby frente a las malas artes exhibidas en otros deportes de equipo.
Esperemos que en el próximo derbi, independientemente del resultado, quien gane sea el deporte en sí.
Diario de Pontevedra 12-12-2013
Diario de Pontevedra 17-12-2013
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