
La igualdad de fuerzas hizo concluir con empate a 12 el primer tiempo, durante el cual los ferrolanos no consiguieron distanciarse en ningún momento por más de un ensayo. Pero, en la segunda mitad, los nuestros comenzaron a desarrollar un juego muy completo y a hacer gala de una superioridad física que desarbolaron al equipo rival.
Los de Ferrol basaron su juego en una defensa férrea que complicaba mucho las melés. Sin embargo, el Pontevedra fue capaz de romper ese muro en varias ocasiones, para llegar al final del partido con un resultado a su favor de 39-12, lo que le clasifica, por segundo año consecutivo, para la final.
De nuevo tenemos que felicitar a una de nuestras categorías por sus buenos resultados.
También les deseamos toda la suerte del mundo para la final, aunque están dejando claro que poca suerte hace falta cuando hay calidad.

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